- Si todos mienten, ¿por qué debería creerte? ¿Acaso tú eres la excepción?
Me encogí de hombros antes de responder.
- Es decisión tuya si me crees. Pero no tengo por qué ni para qué mentir. No le tengo miedo a la verdad.
lunes, 4 de octubre de 2010
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