martes, 15 de septiembre de 2009

Reflexión fuera de tiempo


avioncito , Cargado originalmente por Manomora

Esa mañana me levanté ni tan temprano, porque iba atrasado a clases. Ya en la universidad y casi llegando a la sala, me alcanzó un amigo. "¿Supiste? Hubo un accidente" me dijo. "Una avioneta se estrelló contra una de las torres gemelas", complementó. "Qué mala" pensé, y no alcancé a comentar nada, porque ya estábamos entrando. Una aburrida mañana de clases.

Pasado el mediodía me fui a almorzar. A esa hora ya había chocado el segundo avión contra la otra torre y estaba más que claro que el supuesto accidente no fue tal. Estaba comiendo una hamburguesa en el Happy Oz, un local del centro, ya desaparecido. La televisión estaba transmitiendo en vivo y todos prestábamos atención. Repentinamente, en vivo y en directo se desplomó una de las torres. Un impresionante hongo de polvo se levantó, cual explosión atómica. Todos mirábamos el televisor y después nos mirábamos unos a otros. Luego volvíamos la vista a la tele.

Después de almorzar, otra vez a clases. Había un lindo sol, y algo de calor, aviso de primavera.

En la noche supe que un tercer avión había caído sobre el Pentágono y causado bastante destrucción. Muchas veces escuché decir que el Pentágono era el lugar más seguro del mundo, una fortaleza protegida con la más alta tecnología, impenetrable, indestructible, inexpugnable, y otros tantos "in". Alguna vez alguien (seguramente uno de los ingenieros) orgullosamente dijo del Titanic que "ni Dios podría hundir este barco"...

Esa noche vi casi dos horas de noticias, reportajes, especiales acerca del atentado. Una frase quedó grabada en mi mente: "¡¿Cómo se atreven a hacerle esto a los Estados Unidos?!". Después de tanta destrucción, tragedia, dolor, muestras sobrecogedoras de heroísmo, todavía quedaba espacio para la soberbia.

p.d.: puse esa foto a falta de otra mejor.

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