lunes, 26 de octubre de 2009

Juan Ramón


El tipo era fanático de Boca y cuando nació su hijo quiso ponerle el nombre del jugador emblema del equipo, del ídolo, del dueño de la pelotita en el cuadro xeneize: Juan Román Riquelme. Por algún motivo, él no pudo ir a inscribirlo y su mujer se encargó de hacer el trámite. Cuando ella volvió, él esperaba ansioso. “¿Y?¿Le pusiste Juan Román???, preguntó. Ella lo miró con algo de extrañeza y levantó una ceja. “¿No era Juan Ramón?”, contra preguntó. El tipo se quería matar. Y quien me contó la anécdota, acérrimo hincha de River, se mataba también, pero de la risa.

6 comentarios:

Gabriel Cruz dijo...

Jejejeje simpático y comprensible por el pobre tio, conozco casos en donde la pasión les ha movido a casos similares pero con desenlaces felices :D

Manomoralez dijo...

La verdad yo conozco pocos casos en que la pasión haya tenido desenlaces felices...jej... pero bueno, allá ellos...

Gracias por la visita, y sigo visitando diariamente tu blog, que está buenísimo.

Vergónides de Coock dijo...

Yo también soy víctima de lo mismo, cuando nací en los 80's era el boom del diego, tremendo coquero. Suerte.

Manomora dijo...

Uff... me imagino cuantos Diegos nacieron después del '86...

Saludos, gracias por pasar!!

Manuel dijo...

Buenísimo, me reí mucho con la anécdota...
También hay algunos que sin demasiada pasión cometen desvaríos semejantes: escuché de alguien que se llamaba Usnavy (U.S. Navy), otro Onedollar y otro Iloveny... ¿mucha tele digo yo?

Manomora dijo...

Jaj...Seguramente es eso, mucha tele. Tampoco se le puede poner a un niño Ronaldiño o David Beckham Pérez Gonzáles... Y pasa