"Estamos todos bien"

Hoy tuvimos noticias desde Concepción. Primero fue un mensaje de texto. En la noche, ya pudimos hablar. Nuestra familia está bien, ahora sí tenemos información de todos, repartidos como están en distintas zonas. Les costó conectarse también entre ellos. Cada grupo tiene su historia. El agua escaseaba, pero algunos, con la ayuda de amigos, y amigos de los amigos, pudieron conseguir agua de una especie de pozos o napas subterráneas. En Talcahuano el barro entró a la casa y una prima tuvo que trasladarse con su pequeño a Hualpén, donde la tía mayor de la familia. Ella debe estar nerviosa. En su casa duermen aún en el suelo, al lado de la puerta, en alerta ante un nuevo tsunami o terremoto. Más cerca del centro, en el barrio de otro de los primos, la gente pasa todo el día encerrada, por miedo a los saqueos. Hacen ollas comunes. En la noche se turnan para hacer guardia. Aun no ha podido ir a ver al resto de la familia, por falta de combustible.

"Hemos comido puro arroz y tallarines en estos días" dice Mary, riendo. "Pero estamos bien", complementa. Eso es lo importante. Lentamente todo vuelve a la normalidad. Aunque el toque de queda permita salir sólo 6 horas a la calle. Es eso o la delincuencia desatada.